Efecto inmediato de la punción seca con estimulación eléctrica neuromuscular junto con ejercicio bilateral en los músculos extensores de la muñeca en un sujeto con accidente cerebro vascular

Abstract

El accidente cerebro vascular ACV sea de tipo isquémico o hemorrágico es uno de los principales problemas de salud siendo el mayor causante de muerte y discapacidad en el mundo. Hasta el fin del año 2020 las estadísticas en Latinoamérica y el Caribe indican que la prevalencia es de 32 personas por cada 100.000 habitantes y cada año 255 personas de 100.000 son víctimas de un ACV, viéndose afectados en mayor proporción los hombres Cagna Castillo et al., 2023. Los cuidados clínicos y por ende la carga económica que afrontan estos usuarios pueden variar dependiendo de la gravedad del mismo. Dentro de un estudio realizado se encontró que la media de gastos por paciente se encontraba alrededor de USD 1115 y USD 820 dólares al mes Rajsic et al., 2019. Estos datos indican la importancia de encontrar con rapidez tratamientos adecuados y de bajo costo que puedan contribuir a la recuperación y mejoría en la calidad de vida de los usuarios. Existen dos tipos de accidente cerebro vascular, isquémico y hemorrágico. En primer lugar, el ACV hemorrágico es el subtipo más devastador con una alta tasa de mortalidad y representa el 6,5 19,6 por ciento de los accidentes cerebro vasculares en el mundo. Las principales causas de este tipo de ACV son patologías asociadas como la hipertensión arterial crónica, angiopatía amiloide cerebral, cuagulopatías, disfunción plaquetaria y uso de drogas ilícitas. La fisiopatología de este se divide en lesión primaria y secundaria, la primaria consiste en la hemorragia en el parénquima cerebral y la secundaria tiene que ver con los efectos que ocasiona la lesión primaria, entre estos se encuentran desarrollo de edema, inflamación, sangre interventricular que puede causar hidrocefalia, aumento de la presión intracraneal entre otras complicaciones Magid Bernstein et al., 2022. En segundo lugar, el ACV isquémico se caracteriza por la trombosis intravascular la cual ocasiona necrosis en el tejido intracerebral y déficits neuronales focales. Hay tres mecanismos fisiopatológicos en el daño neuronal; primero la más común es la pérdida de neuronas inducida por isquemia e infarto. Por otro lado, se encuentra la obstrucción vascular que ocasiona estrés oxidativo a nivel celular y como resultado exacerba el daño neuronal y produce severos déficits funcionales. Por último, el tercer mecanismo de daño neuronal es la inflamación inducida por isquemia Zhao et al., 2022. Las secuelas del ACV dependerán de la zona en la que este se haya producido. La arteria cerebral media es la arteria más común afectada en el ACV. Esta provee sangre a regiones de los lóbulos cerebrales frontal, temporal y parietal, también a estructuras profundas como la cápsula interna, tálamo y núcleo caudado. Los riesgos de tener un ACV que involucre esta arteria son mayores mientras la edad avanza, pero curiosamente el riesgo incrementa al mismo tiempo en hombres muy jóvenes Nogles and Galuska, 2023. Los signos clínicos del ACV incluyen paresia, disfagia, disartria, espasticidad, alteraciones del campo visual entre otros; el conjunto de esta sintomatología afecta la calidad de vida del usuario y determina el proceso de rehabilitación que deberá seguir Choi et al., 2022. Los usuarios con ACV pierden la extensión de la muñeca debido a la espasticidad presente en los músculos flexores del miembro superior, recuperar esta función es un desafío dentro del proceso de rehabilitación, sin embargo, es vital para disminuir las limitaciones en las actividades de la vida diaria tales como escribir, sostener objetos, entre otros Wu et al., 2021.