Propuesta de un plan de relaciones públicas, para el Instituto Metropolitano de Patrimonio MIP, orientado a rescatar la memoria histórica y las costumbres recreacionales citadinas, dentro del proyecto de rehabilitación de la plaza 24 de Mayo

Abstract

La ciudad de Quito, fundada el 6 de Diciembre de 1534 y declarada como Patrimonio de la Humanidad en el año 1978, por la UNESCO, se considera que posee el Centro Histórico más importante de América Latina, por sus edificaciones, plazas, iglesias y calles con una riqueza pictórica y escultórica. A partir del año 2003, en la administración de Paco Rosendo Moncayo Gallegos, se marca un antes y un después del Centro Histórico de Quito, los comerciantes dejan las calles y con ello se puede recuperar espacios de antaño que habían sido olvidados y estaban ocultos a la mirada del visitante y transeúnte. Uno de esos lugares es la avenida 24 de Mayo, antigua quebrada de los gallinazos y posteriormente llamada, la quebrada de Jerusalén. Siendo ésta, un lugar emblemático de nuestra ciudad, por su historia, sus leyendas y luego sus problemas sociales a que se vio avocada, con el paso del tiempo y el descuido de sus habitantes. Es así como se realiza el relleno de esta quebrada, para unir el Centro Histórico con el floreciente sector sur de la ciudad. Hoy en día se ha convertido en un hermoso Boulevard que lleva el mismo nombre, donde se ha tratado de recuperar actividades recreacionales citadinas que se realizaban tiempos pasados, esto junto a las edificaciones de valor histórico para el disfrute de propios y extraños con la participación de los habitantes del lugar y el beneplácito de la ciudadanía en general. Se ha logrado recuperar y rehabilitar el sector, y es en este ámbito, donde la comunicación y las relaciones públicas con sus diferentes herramientas marcarán su importancia y se convertirán en un eje de cambio, al proponer que se logre que, las personas que habitan en el sector, la ciudadanía, los visitantes y las autoridades de turno, se empapen de la realidad del lugar, de las necesidades y expectativas de estos cambios arquitectónicos, culturales y sociales que la Plaza 24 de Mayo está atravesando; con el fin de incentivar a valorar y cuidar a este lugar como algo suyo.